Normalmente en climatización lo que se intenta conseguir es tener confort y bienestar, siendo uno de los principales pilares el mantenimiento. En los sistemas de climatización están expuestos a acumular microorganismos como hongos, bacterias y ácaros, que son impulsados a través del aire hasta llegar a las personas. Esto puede generar numerosas molestias e incluso originar malos olores producidos por descomposición microbiana. Nosotros empleamos productos avalados por la Dirección General de salud publica del Ministerio de Sanidad y Consumo. La principal tarea en las unidades interiores consiste en la limpieza de filtros y desinfección del evaporador, eliminando la formación de microorganismos, bacterias, ácaros y malos olores. También en la turbina de impulsión de aire, los álabes se llenan de suciedad quitándole rendimiento a la unidad, no funcionando correctamente y elevando el consumo de electricidad. La bandeja de desagüe se llena de moho que es también perjudicial para la salud, y normalmente obstruyen el paso del agua, que al final acaba saliendo por fuera del aparato o por la pared. En la unidad exterior se revisa el gas, las conexiones eléctricas, el desagüe y el control del condensador evitándole al cliente gastos abusivos de electricidad.
La turbina llena de suciedad provoca un consumo elevado de
energía eléctrica y un mal funcionamiento de la salida del aire.
La bandeja de desagüe crea moho que sin un buen
mantenimiento se crean malos olores y obstrucciones.
